martes, 4 de marzo de 2014

El mejor es Darth Vader


Este es el shotchart de LeBron James, ayer, en el partido contra Charlotte Bobcats. En Jupsters, tenemos expertos que dan cuenta de que Charlotte es una de las mejores defensas de toda la NBA. Sígase riendo de Jordan, lo suyo es más retro que un chicle puaj: son la sexta defensa de la NBA en este momento.

Lo cual me lleva rápidamente a recordar un par de cosas más (su paliza a Durant de la semana pasada, su participación activa en el All-Star Game, el ritmo insoportable que le está impreimiendo a Miami desde febrero) al meollo de la situación: otra vez, LeBron James confirma que es el mejor, y ahora jugando bastante más solo. Sí, es cierto que Wade levantó, es cierto que Bosh sigue siendo un correcto segundón, pero mire de vuelta esta tabla: vale 61 puntos. Récord personal y récord de la franquicia con un número propio de los tipos que hacen historia. Camino a los títulos. ¿Qué puede hacernos pensar legítimamente que en poco tiempo este anormal no temine superando a Kobe Bryant? Reconozcámoslo: nada.

Apenas una jugada de LeBron -que encima está jugando de máscara-, ayer:



James, que ya prepara su aterrizaje en los playoffs con un Miami que volverá a sacar lo mejor de sí, incluidos todos los troopers de Pat Riley (Chalmers, Battier, Allen, etcétera), está probando lo inhumano que puede llegar a ser cuando entra en lo que los estadounidenses llaman "the zone": esa zona de ánimo y rendimiento en la que te salen todas. Lo extraño es que LeBron, quizá más tibio en sus dos anteriores temporadas, ahora está arrancando un poco más temprano.

En Jupsters, tanto como en los otros sitios que siguen a la NBA, se trata con evidente ilusión la posibilidad de que Miami llegue a caer en la fase decisiva ante un equipo que lo sorprenda mal parado (¿Brooklyn?) o que le gane jugador por jugador (Indiana). Lo que actuaciones absurdas como esta dejan claro es que pocas cosas dependen de estos equipos, y muchas de la chance de James de entrar en "modo bestia" cuando lo disponga. Si el señor de la máscara consigue esto, comenzaremos muy pronto a hablar de un LeBron que gana partidos solo, como los grandes. Y entonces, ¿qué nos quedará para discutirle a nosotros, los haters? Reprima su primer impulso de ningunear e insultar: vuelva a mirar -sí, una vez mas- el recuadrito de ahí arriba.


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