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| Torneo de 3 de 1986. Arriba de izq. a der. Floyd, Ellis. Bird, Tucker. Abajo, Nixon, Hodges, Wood, Macy. |
1992 fue un All Star Game muy especial. Magic anuncia en Noviembre de 1991 que había contraído el virus del VIH y que dejaría de jugar basketball profesional. Durante la temporada regular el público voto a Magic para jugar en Orlando, lo cual encontró alguna oposición de jugadores, especialmente de Karl Malone. La NBA finalmente le daría el puesto de titular en el West bajo el coach Don Nelson y en un partido emocionante Magic Johnson sería el mejor llevándose su segundo All Star Game MVP. Una noche “mágica”.
WEST• Stephen Curry(Warriors)
• James Harden (Rockets) • Marc Gasol (Grizzlies) • Tim Duncan(Spurs) • Dirk Nowitzki(Mavs) Suplentes
• Cousins (Kings)
• Aldridge (Blazers) • Lillard (Blazers)
• Paul (Clippers)
• Durant (Thunder) • Westbrook(Thunder) • Thompson (Warriors) |
Ya lo dijeron todos pero no puede quedar fuera de análisis: al renovar a Kobe Bryant y pasarse la Free Agency sin cerrar un contrato potente, los Lakers cerraron ya no su ventana de títulos para este año, sino también su ventana de playoffs. Renovar a Kobe era inevitable: es la cara de la franquicia en una franquicia clásica, es el jugador que ha hecho gloriosa a la institución en los últimos años y es, a la vez, un jugador evidentemente espanta estrellas. La teoría de que "hay que bancarse a Kobe" puede haber funcionado cuando Bryant era decisivo en serio, cosa que es evidente no puede hacer por sí solo. Gasol se fue a Chicago, también con el motor bastante fundido, y Lakers no consiguió más partenaires para el número 24 que Jeremy Lin -un preferido de Jupsters por su aplicación al rol y a atacar la canasta- y Carlitos Boozer, otro que llega de Chicago en el ocaso de su carrera. Ambos parecen los movimientos más importantes y tienen una particularidad especial: parecen grandes contrataciones con aspiraciones mayores pero todos sabemos que no concentran entre sí un potencial capaz de llevar al equipo a la parte final del torneo. La reciente lesión de Julius Randle, que lo deja fuera de toda la temporada, es un contratiempo también porque, secretamente, los Lakers están apostando por el Draft. Y el año que viene, volverán a elegir arriba. La vida, mientras Kobe esté en activo, será así. Es el "síndrome Pacheco". Mi pronóstico es que veremos muchos partidos con Kobe haciendo más de 25 puntos y Lakers perdiendo.
Señores, vengo de ver el futuro: son 41 puntos de Klay Thompson derrotando por todos los flancos a Kobe Bryant en una noche en San Francisco. Thompson, segunda estrella de los Warriors donde el protagonismo va para su "hermano" Steph Curry, acaba de renovar contrato con el equipo por 4 años más y parece que ambos van a jugar juntos allí toda su vida. Lo mejor de Golden State, además, es el reparto: dos grandotes más que confiables como David Lee y Andrew Bogut, un defensor que últimamente se cree menos de lo que es como Andre Iguodala, un enorme base que volvió a la vida el año pasado y fue revelación en Brooklyn Nets -Shaun Livingston- y un reparto más que agradable de jóvenes con proyección como el Halcón Harrison Barnes, que el año pasado jugó menos pero que promete. Creo que GS está mejor que los Clippers para llegar a finales de conferencia y plantársele a Oklahoma o los propios Spurs. Y creo que esa profundidad de banquillo es lo que los puede llevar -Steve Kerr mediante- a cosas mayores. Este es el año del breakout.
Se fue Kevin Love, todos lo esperaban. Y el GM-dueño-DT del equipo se encontró con un canje inesperado: la llegada de LeBron a Cleveland y su pedido por Love le abrió las puertas a un intercambio soñado: los dos número 1 de los últimos draft a cambio de la estrella. Así, Minnesota se aseguró, por varios años, a Anthony Bennett y -sobre todo- a Andrew Wiggins, cabeza de un Draft que se compara con aquel que trajo a la NBA a Carmelo Anthony y al propio LeBron. Con ellos dos más el rookie hundidor Zach LaVine y Thad Young (ex Philadelphia), los T-Wolves pueden armarse algo decente si Ricky Rubio -obligado a ser ahora la cara del equipo- evoluciona en su rol de líder del equipo. En el Oeste, ser una promesa se paga con el presente: van a perder mucho y mal, pero en los próximos años quién sabe. Es a lo que pueden jugar, y está bien que jueguen así. Un equipo intrigante para ver esta temporada.
Anthony Davis llegó hace tres años a la liga con el número 1 de su Draft y con la promesa de los periodistas de que sería la única estrella de su generación. Aunque esto no es del todo cierto -es el mismo draft en el que eligieron SEXTO al mismísimo Damian Lillard- Davis viene siendo uno de los proyectos de estrella más sólidos de la Liga. Lo que parece determinado a demostrar el propio jugador este año: Davis arrancó la temporada a lo bestia (28.5 puntos y 16 rebotes en 2 partidos) y parece que será la cara de un equipo muy bien complementado por bases hábiles (Tyreke Evans y el ex All-Star, Jrue Holiday), un tirador como Gordon y un grandote como Asik. Los Pelicans parecen en el mismo estado en que estaban los Warriors el año pasado. Hay que ver qué tan potente es la onda expansiva de La Ceja (tal el apodo de Davis), un niño gigante con inteligencia para el juego y muy complicado de atacar y defender.
Phoenix Suns: en la manos del Dragón y la teoría de los "número 10"
Es difícil pensar en una final que no tenga a San Antonio Spurs en el Oeste. Lo señalan los años, la infalibilidad de Popovich, el compromiso de los jugadores y más. Ahora, ¿quién les juega? Es un trompo para muchos nenes. Pero de todos ellos, un equipo con la combinación del base más increíblemente serio y espectacular de los últimos años y el grandote más hábil bajo las tablas es algo que no tienen todos los equipos. Los Blazers tienen con el número 0 a Damian Lillard, candidato a All Star por muchos años y quizá, relevo de Chris Paul como el mejor base de la liga -título por el que competirá con Kyrie Irving, de los Cavs). LaMarcus Aldridge tuvo una temporada pasada espectacular como hombre objetivo y seguramente aprendió mucho de su paso por los playoffs. Además, un favorito Jupsters como Nic Batum, el francés asesino, pondrá al servicio del equipo su frialdad y su precisión de francotirador. Un equipo para ver y estudiar mucho este de los Blazers.
Empiezo por casa: si la anterior temporada había sido un verdadero suplicio, mirar esta va a ser todavía peor: los Celtics no se han mejorado en nada e incluso han llegado a un nivel de absurdo tan pero tan grande que hasta extrañaremos que "Mr. Kardashian" Kris Humphries se haya ido del equipo. Con Rondo camino de un trade que va a salir en algún momento (los expertos de verdad dicen que a New York, lo cual creo es muy probable, Houston es la otra opción y Detroit la tercera), todas nuestras esperanzas se centran en Marcus Smart, en su momento candidato a rookie del año y que ahora ha bajado un poco las expectativas. Smart, otro base que defiende muy bien y tira mal (como Rondo y Bradley) es la esperanza, por algo Boston lo drafteó en el lugar 6. El otro rookie es James Young, un pibe que tiene la particularidad de gozar del favor del célebre Bill Simmons y además de ser "el otro" representado por la flamante agencia de talentos de Jay-Z. Es decir. algo bueno tendrá el gurí. La esperanza real es Jared Sullinger, el grandote que ahora quiere tirar más y más de 3. Jeff Green intentará ser menos lagunero y Evan Turner puede ser nuestra sorpresa si lo recuperamos. Predicción: bien abajito. Lo de la "suerte" era nomás por el Draft que viene, o por la posibilidad de que caiga algún free agent.
Tiraron la casa por la ventana en serio: no les queda jugador valioso en actividad que puedan usar y están consagrados a los rookies. Los Sixers decidieron apostar fuerte por su rookie del año (M. Carter Williams, una de las sensaciones del año pasado) y dos grandotes: Nerlens Noel -rookie taponador el año pasado, parado toda la anterior temporada por rodilla rota- y Joel Embiid, top 3 de este año, otro con rodilla rota que deberá esperar un año para debutar. Por ahí anda también el croata Saric, que dicen, es una amenaza. Tienen como para dos añitos de desarrollo, pero si estos tres jugadores responden a lo que se espera de ellos y se vuelven estrellas, Phila se encontrará con que además tiene un vagón de dinero para traer estrellas. La jugada puede salir. Por ahora es preferible ver un partido del Metro montevideano a verlos a ellos.
Atlanta Hawks: Meh
Jodido en la NBA debe ser que tu equipo de los sueños dure un año. Los Nets se llevaron el año pasado a una suerte de Big 3 (las estrellas bostonianas Pierce y Garnett más el perimido Jason Terry) con la intención de ir a campeonar. Nos unimos a los hipsters y fuimos con ellos, con Deron Williams y Brook Lopez y Jason Kidd en la banca. Lo cierto es que no pudieron con Miami en semis de conferencia y desde entonces quedan solo Garnett, Lopez y D-Will. Y la razón es que Brooklyn fue un verdadero cabarute con problemas desde el primer partido y una revelación -la vuelta de Shaun Livingston- que ya no juega entre tiendas orgánicas, sino que se llevó su talento a las cafeterías fair trade de San Francisco. Año de reformulación: si Lopez no se vuelve a quebrar el pie y Williams juega de una vez como hace 3 años se anticipa que lo hará, puede ser un entretenido equipo porque Joe Johnson siempre está ahí para hacer sus tiros. Eso sí: inmerecido ocaso de Garnett, que debería haberse ido con todo el fuego y la gloria. Espero sinceramente que las tiendas de ropa usada sean lo suyo, y que este dios de la NBA viva bien su pre retiro. Se lo merece.
New York Knicks: rezándole al triángulo
¿Vio cuántas veces los Bulls eran dados como favoritos para luego a) perder con LeBron o b) sufrir lesiones que los condenaron a perder nivel? Pues bien, parece que Derrick Rose -siempre candidato a MVP- vuelve del todo tras sus dos roturas de ligamentos y, ahora sí, convertido en un jugador sólido en su complexión como para volverle a dar batalla al propio LeBron y a Kevin Durant por el sitial de Mejor Jugador del Planeta Tierra. Al lado se le vino Pau Gasol, al que le va a venir bien ser parte de un equipo después de tanto ninguneo en Los Angeles por parte de directivos e hinchas. Pau puede ser un buen laburante de un equipo de laburantes: con Noah y Jimmy Butler o Taj Gibson en la vuelta, si los Bulls se mantienen bien físicamente son un equipo más formado que Cleveland y le pueden sacar la chance de final este año. E incluso ganar. Para muchos, eso sería incluso justicia poética. Atenti a Doug Mc Dermott, récord de puntos con la universidad de Creighton que llega para darle más 3s al equipo.
Ah, las estrellas: qué insoportable cóctel de talento, ingenuidad, vanidad, prestigio, dinero y tendencia a la equivocación. Detroit tiene al menos dos que entren bien en esa clasificación: Josh Smith -un gran jugador defensivo que cree que tira mejor de lo que en realidad espantosamente tira- y Brandon Jennings, un base habilidosísimo que debería estar en los Lakers en este momento. Ellos dos se cruzan con dos estrellas en ascenso: Andre Drummond, un jugador con dos años de experiencia que puede dar muchísimo abajo del aro y Greg Monroe, un jugador que haría un hermoso tándem con un defensivo con tiro como Kawhi Leonard en, digamos, un equipo con mística (sí, estoy soñándolos para mis Celtics). Lo cierto es que Monroe termina contrato y en Detroit no se lo valora. Al menos hasta la temporada pasada, porque ahora está en Detroit para poner orden nada menos que Stan Van Gundy, un técnico que llevó a un espantoso equipo como Orlando Magic a finales de la NBA. La reactivación es posible: por ahí anda también nada menos que Caron Butler. Hay que verlos.
Jabari Parker, el número dos del draft de este año, ya prometía mucho y más promete después de su pretemporada. He aquí a una más que posible futura estrella NBA, un jugador de 20 y 10 por partido, un futuro All-Star. Yo lo vengo siguiendo, háganme caso aunque no mucho porque soy mufa y no querría arruinar una carrera que parece que nos dejará mucho. A su lado Giannais Antetokoumpo, el Greek Freak que ya demostró lo suyo el año pasado y puede dar más. Y cerca de ahí, el díscolo Larry Sanders, que quizá tenga ganas de poner su tremendo talento este año al servicio de un equipo y no de las peleas callejeras. ¿Se podrá? Pues a saberlo partido a partido. Lo cierto es que además tienen un más que correcto base en Brandon Knight, que sigue ahí el grandote Illyasova, y que también está OJ Mayo: es increíble lo que prometía este tirador hace 4 años y lo que es hoy (dicen los expertos, un comehamburguesas deprimido). Es decir, todo puede pasar con el equipo que tiene una de las más lindas camisetas de la NBA, una ciudad cervecera y todo para conservar su franquicia, aunque se la quieran quitar. Equipo que puede ser sensación.
Acá sí que hay buen juego y esperanzas de ir más arriba para una franquicia históricamente mediocre: John Wall es un base que usted debería ya conocer; Bradley Beal es un sueño de proyecto de tirador y jugador completo, y Otto Porter un debutante del año pasado que irá a mucho más este año en la liga. Súmele a dos grandotes como Humphries y Gortat y añádale ahora a Superman: Paul "The Truth" Pierce está con los Wizards este año y seguramente seguirá entregando efectividad y momentos de heroicidad, camino del Salón de la Fama. Equipo con muchas chances de colarse en la pelea y subir un peldaño más, divirtiendo en el camino a quien les de una oportunidad y los vea por la tele, jueguen contra rivales de peso o contra los menos favorecidos.