martes, 28 de octubre de 2014

La previa de la temporada de (uno de los) Jupsters: Parte I



Everybody up, gente. Los que juegan en la calle, los que solo compran los championes, los que consiguen remeras más baratas en China, los conversos, los de toda la vida, los que juegan al NBA GM manager online, los que juegan al 2K15 en la Play. Estamos todo y está la NBA, que después de una épica postemporada a puro juego de tronos tiene órdenes de poder alterados y una preciosa narrativa por escribir. ¿Y para qué uno tiene un blog si no es para hacer pronósticos? Así que acá van los míos, porque la NBA también es de los blogueros, y no solo de esos blogueros que residen en el territorio donde se juega la liga.


PRIMERA PARTE: CONFERENCIA ESTE


Boston Celtics: mucha suerte y tira los dados

Empiezo por casa: si la anterior temporada había sido un verdadero suplicio, mirar esta va a ser todavía peor: los Celtics no se han mejorado en nada e incluso han llegado a un nivel de absurdo tan pero tan grande que hasta extrañaremos que "Mr. Kardashian" Kris Humphries se haya ido del equipo. Con Rondo camino de un trade que va a salir en algún momento (los expertos de verdad dicen que a New York, lo cual creo es muy probable, Houston es la otra opción y Detroit la tercera), todas nuestras esperanzas se centran en Marcus Smart, en su momento candidato a rookie del año y que ahora ha bajado un poco las expectativas. Smart, otro base que defiende muy bien y tira mal (como Rondo y Bradley) es la esperanza, por algo Boston lo drafteó en el lugar 6. El otro rookie es James Young, un pibe que tiene la particularidad de gozar del favor del célebre Bill Simmons y además de ser "el otro"  representado por la flamante agencia de talentos de Jay-Z. Es decir. algo bueno tendrá el gurí. La esperanza real es Jared Sullinger, el grandote que ahora quiere tirar más y más de 3. Jeff Green intentará ser menos lagunero y Evan Turner puede ser nuestra sorpresa si lo recuperamos. Predicción: bien abajito. Lo de la "suerte" era nomás por el Draft que viene, o por la posibilidad de que caiga algún free agent.

Philadelphia 76ers: rompan todo

Tiraron la casa por la ventana en serio: no les queda jugador valioso en actividad que puedan usar y están consagrados a los rookies. Los Sixers decidieron apostar fuerte por su rookie del año (M. Carter Williams, una de las sensaciones del año pasado) y dos grandotes: Nerlens Noel -rookie taponador el año pasado, parado toda la anterior temporada por rodilla rota- y Joel Embiid, top 3 de este año, otro con rodilla rota que deberá esperar un año para debutar. Por ahí anda también el croata Saric, que dicen, es una amenaza. Tienen como para dos añitos de desarrollo, pero si estos tres jugadores responden a lo que se espera de ellos y se vuelven estrellas, Phila se encontrará con que además tiene un vagón de dinero para traer estrellas. La jugada puede salir. Por ahora es preferible ver un partido del Metro montevideano a verlos a ellos.

Atlanta Hawks: Meh

Siempre es un cuadro que da igual Atlanta, ¿no? Igual el año pasado, Millsap y Korver mediante, se movieron bien en el mediocre Este y, hasta la lesión del bueno de Horford, parecía que quedaban cuartos. Tienen en Teague a un muy buen base, algo irregular. Yo creo que este año serán un mediatabla que puede hacer lindos partidos contra cuadros como Miami. Pero difícil que vayan mucho más allá de primera ronda de Draft. Adreian Payne es el drafteado, un grandote de los Spartans cuya amistad con una niña de 5 años enferma de cáncer y fanática de su equipo universitario trascendió a los medios nacionales. Payne, la estrella de ese equipo, tiene mucho para dar. Entró en el lugar 15 en un draft complejo. Pronóstico: como mucho vas a ver hasta un entretiempo con ellos en cancha, después te vas a aburrir cual ostra.





Brooklyn Nets: ¿qué somos, muchachos?

Jodido en la NBA debe ser que tu equipo de los sueños dure un año. Los Nets se llevaron el año pasado a una suerte de Big 3 (las estrellas bostonianas Pierce y Garnett más el perimido Jason Terry) con la intención de ir a campeonar. Nos unimos a los hipsters y fuimos con ellos, con Deron Williams y Brook Lopez y Jason Kidd en la banca. Lo cierto es que no pudieron con Miami en semis de conferencia y desde entonces quedan solo Garnett, Lopez y D-Will. Y la razón es que Brooklyn fue un verdadero cabarute con problemas desde el primer partido y una revelación -la vuelta de Shaun Livingston- que ya no juega entre tiendas orgánicas, sino que se llevó su talento a las cafeterías fair trade de San Francisco. Año de reformulación: si Lopez no se vuelve a quebrar el pie y Williams juega de una vez como hace 3 años se anticipa que lo hará, puede ser un entretenido equipo porque Joe Johnson siempre está ahí para hacer sus tiros. Eso sí: inmerecido ocaso de Garnett, que debería haberse ido con todo el fuego y la gloria. Espero sinceramente que las tiendas de ropa usada sean lo suyo, y que este dios de la NBA viva bien su pre retiro. Se lo merece.

New York Knicks: rezándole al triángulo

Sin poder especificar qué corno es la ofensiva del triángulo, los neoyorkinos y Spike Lee ansían que Phil Jackson, el Señor de los Anillos en la Chicago de Jordan y en Los Ángeles de Kobe, les devuelva la mística ganadora. Phil, que ya le dio un campeonato a NY como jugador, llegó como mandamás esta temporada al equipo y con Derek Fisher, un protegido suyo, debutando en el puesto de DT. Los jugadores: casi los mismos menos una ausencia significativa: Chandler -volvió a Dallas- y con una llegada potente: José Calderón, que se va a repartir tareas de base con Prigioni. Acá la esperanza sigue siendo Carmelo Anthony que agarró toda la plata de su contrato para quedarse en Manhattan y Tim Hardaway Jr. que la temporada pasada demostró que este año tiene que ser titular. Claro, va a tener que poder ejecutar la Ofensiva del Triángulo que llenó de títulos a PJ. Pronóstico: en el mejor de los casos se arma lío con JR Smith, el Carlitos Bueno del equipo. Seguir a los Knicks
siempre garpa, incluso si terminan siendo un equipo horrible.

Toronto: Kyle y DeMar

Lowry y DeRozan: los dos a seguir en un equipo ante todo correcto, ante todo desarrollado, ante todo con jugadas y ante todo sin mucha gracia: los antes mencionados son picantes y trabajan el juego en equipo mucho, pero no hay todavía un jugador a seguir -en su momento puede ser Valanciunas, pero habrá que ver- ni mucha explosión. Eso sí, el Este es tan flojito que los Raptors están en posición de ir hacia adelante un poco más, e incluso hacerle lindos partidos a los de arriba. Pronóstico: tengo que verlos más - pendientes de aprobación.

Chicago Bulls: es ahora. ¿Es ahora?

¿Vio cuántas veces los Bulls eran dados como favoritos para luego a) perder con LeBron o b) sufrir lesiones que los condenaron a perder nivel? Pues bien, parece que Derrick Rose -siempre candidato a MVP- vuelve del todo tras sus dos roturas de ligamentos y, ahora sí, convertido en un jugador sólido en su complexión como para volverle a dar batalla al propio LeBron y a Kevin Durant por el sitial de Mejor Jugador del Planeta Tierra. Al lado se le vino Pau Gasol, al que le va a venir bien ser parte de un equipo después de tanto ninguneo en Los Angeles por parte de directivos e hinchas. Pau puede ser un buen laburante de un equipo de laburantes: con Noah y Jimmy Butler o Taj Gibson en la vuelta, si los Bulls se mantienen bien físicamente son un equipo más formado que Cleveland y le pueden sacar la chance de final este año. E incluso ganar. Para muchos, eso sería incluso justicia poética. Atenti a Doug Mc Dermott, récord de puntos con la universidad de Creighton que llega para darle más 3s al equipo.

Cleveland Cavaliers: el Rey ha vuelto: larga vida al Rey

Hablamos por años de la traición de LeBron James a su equipo, a su estado, a la ciudad de Cleveland. King James se fue hace cuatro años para conseguir títulos en un buen equipo y lo hizo. Pero nadie pensaba que alteraría la narrativa de la NBA al decidir volver a los Cavs para hacer equipo con Kyrie Irving -hoy el mejor base de la liga- y los jóvenes Tristan Thompson y Dion Waiters, ambos buenos prospectos sin pulir. Encima, Cleveland sumó en Andrew Wiggins al número 1 del draft, pero el "efecto James" hizo que se fuera drafteado nada menos que por Kevin Love, la "vedette" del período de pases que se fue con su contrato de 1 año a Ohio prometiendo renovar. O sea que LeBron llegó a un equipo para armarlo y dejarlo mucho mejor que a los Miami Heat que dejó, porque además con James Jones, Mike Miller, ¡Shawn Marion! y otros como Matt Dellavedova, tiene un banco más que aceptable. Por no destacar otro dato: generó una enorme cantidad de movimientos en la Liga, como la pifia de los Rockets (ya lo veremos) y una gran serie de movimientos que se desencadenaron a partir de su segunda "decisión". Es decir: Cleveland es el máximo favorito y LeBron, volviendo a casa, le da todas las chances y el equipo a los Cavs para ser campeón. La van a sudar, pero no hay un plantel mejor. Van a estar buenos todos los partidos porque, además, comprobaremos si Love es tan bueno como pintaba antes, en un equipo sin aspiraciones en serio. La resurrección de los Cavs, además, le saca a James toda la antipatía que generó durante sus años en South Beach. Va a ser raro esto de que le va a caer mejor a mucho más gente.

Detroit Pistons: un Van Gundy a la jaula de las locas

Ah, las estrellas: qué insoportable cóctel de talento, ingenuidad, vanidad, prestigio, dinero y tendencia a la equivocación. Detroit tiene al menos dos que entren bien en esa clasificación: Josh Smith -un gran jugador defensivo que cree que tira mejor de lo que en realidad espantosamente tira- y Brandon Jennings, un base habilidosísimo que debería estar en los Lakers en este momento. Ellos dos se cruzan con dos estrellas en ascenso: Andre Drummond, un jugador con dos años de experiencia que puede dar muchísimo abajo del aro y Greg Monroe, un jugador que haría un hermoso tándem con un defensivo con tiro como Kawhi Leonard en, digamos, un equipo con mística (sí, estoy soñándolos para mis Celtics). Lo cierto es que Monroe termina contrato y en Detroit no se lo valora. Al menos hasta la temporada pasada, porque ahora está en Detroit para poner orden nada menos que Stan Van Gundy, un técnico que llevó a un espantoso equipo como Orlando Magic a finales de la NBA. La reactivación es posible: por ahí anda también nada menos que Caron Butler. Hay que verlos.

Indiana Pacers: prepárense para perder

Es fácil: perdés a tu estrella por una fractura horrorosa en vivo y los efectos sobre tu temporada no son solo contundentes, sino que también, dramáticos. Paul George no volverá esta temporada y los Pacers -en su momento los únicos que parecían aptos para desafiar al Miami Heat de LBJ, Wade y Bosh- van a tener una temporada bien diferente. Primero porque además perdieron a Lance Stephenson, el cable pelado que de todas formas era un imparable dribleador, pasador y tirador. También perdieron a Turner, al que ni adaptarse dejaron. Y ahora, George, con la perspectiva de que Roy Hibbert, su otra estrella, terminó la temporada jugando como para irse seis meses a Marne. Pronostico cosas muy aburridas para este año de los Pacers, porque ver a un cuadro que pudo ser tanto perder como va a perder, será duro.

Milwaukee Bucks: más talento de lo que usted cree

Jabari Parker, el número dos del draft de este año, ya prometía mucho y más promete después de su pretemporada. He aquí a una más que posible futura estrella NBA, un jugador de 20 y 10 por partido, un futuro All-Star. Yo lo vengo siguiendo, háganme caso aunque no mucho porque soy mufa y no querría arruinar una carrera que parece que nos dejará mucho. A su lado Giannais Antetokoumpo, el Greek Freak que ya demostró lo suyo el año pasado y puede dar más. Y cerca de ahí, el díscolo Larry Sanders, que quizá tenga ganas de poner su tremendo talento este año al servicio de un equipo y no de las peleas callejeras. ¿Se podrá? Pues a saberlo partido a partido. Lo cierto es que además tienen un más que correcto base en Brandon Knight, que sigue ahí el grandote Illyasova, y que también está OJ Mayo: es increíble lo que prometía este tirador hace 4 años y lo que es hoy (dicen los expertos, un comehamburguesas deprimido). Es decir, todo puede pasar con el equipo que tiene una de las más lindas camisetas de la NBA, una ciudad cervecera y todo para conservar su franquicia, aunque se la quieran quitar. Equipo que puede ser sensación.

Charlotte Hornets: todo es alegría en la casa de MJ

Por primera vez, los ex Bobcats pueden crecer y crecer: el año pasado fueron equipo de playoffs, este año pueden ir un poquito más: trabajaron bien para traerse a Lance Stephenson y tienen además un Al Jefferson reforzado con un Mike Kidd-Gilchrist mejorando su tiro para sumarlo a su gran defensa. Además de esto, renovaron al muy buen base Kemba Walker. Hay mucho para ver en estos Hornets de Michael Jordan, que le va agarrando el gusto a esto de manejar bien una franquicia. Creo que Charlotte es, sin duda, un gran equipo a ver, al menos en los primeros partidos, y una de las grandes incógnitas de la temporada. Por si esto fuera poco, trajeron del draft con la selección 9 a Noah Vonleh, un prodigio físico. A ver cómo siguen creciendo.

Miami Heat: el Rey dejó el edificio

Sí, no hay nada bueno en que el mejor jugador del planeta deje tu equipo. Pero ¿qué tal si esto le saca un poco de presión a sus ex compañeros? Ahora Chris Bosh (con máximo contrato, juntando el dinero que dejó la partida de LeBron) será el líder del equipo y Dwyane Wade jugará por el honor de seguir siendo. Además, los ayudarán el ex Chicago Luol Deng y un jugador casi perimido como Danny Granger que puede volver para recuperar terreno. Además, atentos: Miami tiene, como cortesía de LeBron -él lo reclamó- al rookie campeón de la NCAA del año pasado, Shabazz Napier. Napier es un valiente base con sangre Celtic que debería haber sido drafteado por los verdes y que rendirá mucho a Spoelstra, uno de los mejores técnicos de la liga. Hay mucho por ver, y estos Heat van a terminar peleando arriba en los playoffs, aunque la gloria sea para otros.

Orlando Magic: con el protegido de Payton*

De sólo ver la remera, uno se pregunta si los Magic no están ya para una refundación: Orlando hace tiempo que no es tierra de grandes jugadores más allá de Dwight Howard, probablemente la estrella más engreída e individualista de los últimos años. Howard está lejos hace tiempo de la ciudad de los parques de diversiones y Orlando pasó a ser un equipo intrascendente al que ahora se suman rookies que pueden dar mucho: Elfrid Payton (¡el protegido de Gary "The Glove"!*) se suma a Aaron Gordon y el ya estrenado Victor Oladipo. Ellos pueden ser la razón de probar verlos un par de partidos, a ver qué pueden dar. Eso sí, extrañarán a Afflalo y Jameer Nelson, lo más cerca a estrellas que tenían en la vuelta, y que ya están con otros equipos.

Washington Wizards: la nueva casa de La Verdad

Acá sí que hay buen juego y esperanzas de ir más arriba para una franquicia históricamente mediocre: John Wall es un base que usted debería ya conocer; Bradley Beal es un sueño de proyecto de tirador y jugador completo, y Otto Porter un debutante del año pasado que irá a mucho más este año en la liga. Súmele a dos grandotes como Humphries y Gortat y añádale ahora a Superman: Paul "The Truth" Pierce está con los Wizards este año y seguramente seguirá entregando efectividad y momentos de heroicidad, camino del Salón de la Fama. Equipo con muchas chances de colarse en la pelea y subir un peldaño más, divirtiendo en el camino a quien les de una oportunidad y los vea por la tele, jueguen contra rivales de peso o contra los menos favorecidos.


En nuestra próxima entrega (?) nos vamos al todopoderoso Oeste. Sígannos, que este año parece que tenemos ganas.


*(N. del R.: en una versión anterior de este post y tras un arrebato de incompetencia periodística se puso que Elfrid Payton era el hijo de Gary Payton, cosa que no es así. Pedimos las disculpas del caso)

No hay comentarios:

Publicar un comentario